viernes, 3 de diciembre de 2010

LA CALAVERA DE CRISTAL

21 de Diciembre de 2012, el fin del mundo.
Este es el centro de este libro de Manda Scott, esa fecha que no es otra cosa que la profecía maya en la que se la señala como el día del fin del mundo, aunque no es la única cultura que señala el 2012 como la hora final, son muchas las leyendas que hay al respecto.
En esta novela, narrada alternando pasado y presente, alternando dos momentos distintos de la misma historia, uno situado en el presente y el otro en el siglo XVI.
Por un lado nos encontramos a un licenciado en Medicina de la Universidad de Cambridge, Cedric Owen, en la Inglaterra del siglo XVI, y que debido a las persecuciones religiones huye de Inglaterra con un objeto muy especial, una calavera de cristal azul, que ha ido pasando en su familia de generación en generación. En un primer momento huye a Francia, donde entra en contacto con Nostradamus, que le habla de su destino que va unido a esa piedra de zafiro, por lo que se encamina a Sevilla para tomar un barco que le lleve al Nuevo Mundo, donde descubrirá el significado de ese importante legado.
Por otro lado nos encontramos a Stella Cody, joven doctora de Cambridge, que tras descubrir en una cueva un objeto legendario, siente la necesidad de descubrir todas las pistas ocultas en los antiguos documentos legados por Cedric Owen.
Es una historia de aventuras e intrigas muy entretenida, que no deja de tener un mucho de realidad, ya que es increible todo el conocimiento matemático y astrónomo que tenía la antigua cultura maya, que no deja de sorprender, conocidos gracias a la traducción del códice de Dresde, enviado por Hernan Cortes al rey español. También hay un mucho de realidad en el hecho de que todo el misterio gire alrededor de una calavera de cristal. Una calavera, como la descrita, que se puede ver en el Museo Británico, y que hoy en día sorprende, pues aún contando con las técnicas actuales es de dificil pensar en su creación, siendo una de las hipótesis de su creación la sitúa en las pirámides mayas formando parte de un grupo de trece calaveras, que, cuenta la leyenda, cuando se agrupen evitarán que llegue el fin del mundo. Pero esta calavera no es la única, por ejemplo estaría el craneo Mitchell-Hedges, que se conserva en Canada.
Con este libro me ha picado la curiosidad de conocer algo más de la Cultura Maya, así que a parte de ver algunos de los datos que ya os he contado y a los que nos introduce la autora, seguiré buscando.
Ya os contaré.
Lo que si espero es que esa fecha no sea la del fin del mundo, ya superamos el efecto 2000, porque desde luego, si es así, cerquita lo tenemos.
Hablamos antes, pero nos queda una cita pendiente para el 22 de diciembre del 2012. Y no faltaremos a la cita.

6 comentarios:

  1. coño, vaya empiece!!! asi no nos va a dar tiempo para lo nuestro....

    ResponderEliminar
  2. Madre mia, estás entreteida con los libros(;
    me alegro, un vicio de estos es bueno (No como otros)
    jeje
    Un besote!

    ResponderEliminar
  3. Ya sabeis soy el repelente, las fechas de los mayas solo hablan de un cambio de ciclo, ni bueno ni malo sino todo lo contrario, de todas formas como somos muuuuuuu listos todos hacemos las cuentas maly no contamos con el año cero, con lo cual las cuentas son en 2011, ya queda menos¡¡¡.
    Si quieres saber cosas de pueblos curiosos te recomiendo que busques algo sobre la cultura chchapoyas, sin cachondeos y sin rimas graciosas, te sorprenderan...

    ResponderEliminar
  4. YA la has liado FLORES.
    ya si que no me da tiempoooooooo, coñooooooooooo, que no llegoooooo.
    Mierda con los chachapoyas de los huevos!!!!

    ResponderEliminar
  5. Mira que nos gusta poner fechas al fin del mundo, ja ja.... si total, al paso que vamos, el dia que menos lo pensemos nos lo cargamos directamente y adiós calendarios de adviento o de "desadviento"...

    me lo apunto también para el próximo año! Vaya lista me vas a preparar de libros! Además, esto de Hernán Cortés me gusta, y más ahora que acabo de llegar de su tierra (y la de mi marido), ya sabes, Extremadura, tiera de conquistadores. Un beso. Bea

    ResponderEliminar
  6. Antes que nada, pediros disculpas por la tardanza en contestaros, pero ya sabeís los cuatro en el caos en que me veo envuelta en mi propia casa.
    Flores, al final vas a tener razón y vas a resultar un repelente, con el trabajo que nos queda a Toñi y a mí esperando el año en el que triunfemos y vienen los mayas y nos dejan pocas opciones, pero tu ya nos creas un estres que p'que, ja, ja, ja.
    Toñi, pues no hay dudas, nuestro año es el 2011, no nos queda otro.
    Flores, te prometo que voy a investigar la cultura de los chachapoyas, pero no me digas que el nombrecito no se las trae, la risa ciertamente se me escapó, no parece un nombre muy serio, pero seguro que algo tienen que enseñarnos.
    Cris, hemos de decir que el vicio de la lectura no es un mal vicio, y que el otro del que me acusas es fumar¿o no?, ja, ja, ja. Tienes razón un día de estos lo dejo, ahora con la subida que le han hecho a lo mejor habrá que plantearselo seriamente.
    Bea, tienes toda la razón, si el mundo no se acaba no será porque el ser humano no está poniendo empeño en ello. La lista continúa. Que suerte, que has podido disfrutar de tierras extremeña otro fin de semana, otros que yo me se han disfrutado de yesos, escayolas,... Que se le va a hacer, pero ya nos queda menos.
    Besos para todos

    ResponderEliminar